Juan José Romero M-E.
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CANTO A LA AMISTAD
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Es la amistad un reflejo
que en el mar produce el sol,
es la música del campo
en las noches de calor,
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es el olor de la rosa
que se posa en tu balcón,
el pipiar del pardillo,
el canto del gorrión,
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es manantial de agua fresca
es manantial de agua fresca
bajo un sol abrasador,
es la verde hoja del arce
que su sombra da a la flor.
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Es la amistad una brisa
que acaricia el corazón,
una semilla en el alma
que al regarla se hace amor.
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Juan Jos.e Romero M-E.
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La amistad es un tesoro preciado,
ResponderEliminarhay que conservarlo con cuidado
para que no se rompa ni desaparezca
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHola Juan,
ResponderEliminar"...Es la amistad una brisa
que acaricia el corazón..."
que lindo... nada más a decir...
Un beso.
La amistad la tenemos en la naturaleza,efectivamente,ella es sabia y amorosa,nos impulsa a la entrega y generosidad.
ResponderEliminarBello poema,amigo.
Sigamos regando esa planta y cuidándola con esmero.
Mi felicitación y mi abrazo grande,Terly
M.JESÚS
Del verbo amar se deriva la palabra amistad.
ResponderEliminarSaludos.
Hermoso poema a la amistad Terly.
ResponderEliminarAsí es la amistad, una acaricia, una brisa, un manantial, un canto al albor, una mano grande abierta, pero también una copa de cristal frágil y de desencanto cuando se la defrauda.
Un fuerte abrazo amigo.
Bello canto Terly. La amistad verdadera es todo eso y mucho más, lo malo es que es difícil encontrarla, y más difícil aún consevarla.
ResponderEliminarBesos
A mí me gusta imaginar la amistad como si fuera el mismo proceso que concierne a una semilla.
ResponderEliminarPrimero buscamos un terreno propicio y la plantamos con la ilusión de un niño en la noche de Reyes...
Después, la regamos con todo nuestro amor y esperanza, la protegemos de las heladas y las fuertes lluvias; la damos abrigo de Madre Tierra y calor de Padre Sol...
Algunas veces, podaremos esas malas hierbas que crecen cerca o ramas resecas para vivificarla...
Cuando esté más decaída, la proporcionaremos el suficiente abono para fortalecer esa tierra que elegimos como su casa.
Pero quizás, lo más importante de todo este proceso sea el Amor con que la CUIDEMOS, porque la ausencia de nuestros cuidados y atención hacen que la planta, bella y fresca y resplandeciente en la que se convirtió nuestra semilla, se marchite y se seque para siempre, a veces sin remedio...
Os agradezco inmensamente vuestros preciosos comentarios, son un verdadero riego de amistad.
ResponderEliminarAunque tenga bajones que a veces te sumen en un pozo de tristeza, vuestra amistad hace que me recupere "pa seguir p'alante" (como dicen en mi tierra)
Y hablando de mi tierra, dentro de siete horas saldré hacia Extremadura para embeberme por unos días de mi gente, mis costumbres, sus olores, sus encinas, su romero...
Besos y abrazos para todos.